A lo largo de estos más de veinticinco años de historia de la Cofradía, nuestras Sagradas Imágenes han recibido versos o letras dedicadas a Ellas por sus devotos hijos, o simplemente, admiración ante su belleza. A continuación publicamos una muestra de algo de lo que podría considerarse patrimonio literario de la Cofradía de la Redención, pues a nuestras Imágenes están dirigidas estas letras.
- “Eres Misericordia”
Eres Misericordia, Señor y muy pronto podremos abrazarnos a tu bendita mirada, cuando estemos ávidos de esa lección de amor que impartes desde tu trono cada Domingo de Ramos.
Eres Misericordia, Señor y muy pronto podremos cubrir tu desnudez con nuestras oraciones, cuando el relente de la noche apague la calidez de tu alma.
Eres Misericordia, Señor y muy pronto podremos contemplar cómo se desborda la belleza de la Iglesia de San Marcos con tu presencia.
Eres Misericordia, Señor y muy pronto tu bendita Madre dejará de añorarte y podrá acariciar cada día tu hermoso rostro, con la ternura que desprende su Divina Gracia.
Eres Misericordia, Señor y muy pronto se alfombrarán las escalinatas del Pretorio sobre el que te yergues con los pétalos de devoción y fe de tus hijos.
Eres Misericordia, Señor y muy pronto podremos dejar atrás esa larga vigilia de tu ausencia y celebrar que, por fin, estarás donde debes estar, cerca de aquellos que te encomiendan sus penas y sus sueños.
Eres Misericordia, Señor, Misericordia y Amor.
Si me lo permites, estaré allí para recibirte, seré uno más de los muchos que te esperan con el corazón dispuesto y las manos tendidas…
D. Manuel Jáñez Gallego, diciembre de 2015
- “Jesús de la Misericordia”
Cae la tarde como un velo
Cuando la luna despierta
Y al derramarse en el suelo,
Un papón llama a Tu puerta.
Entre rezo de devotas,
La brisa se hace lamento
Y se funde con las notas
De Jesús del Prendimiento.
En mis penas, te reclamo,
Tú eres Rey y yo mendigo
Y otro Domingo de Ramos
Vengo a mi cita contigo.
Los leoneses te reciben
Con un amor tan intenso,
Que su emoción se percibe
Tras una nube de incienso
Se solazan las miradas
Tras las cortinas del llanto
Al ver Tus manos atadas
Con una cuerda de esparto.
Proteges Tu desnudez
Con una púrpura tela,
Mientras se acuna en tu tez
El pabilo de una vela.
Escalera con claveles,
Pebeteros sin discordia,
Columnas sin capiteles
Y Dios, con Misericordia.
Horqueta hincada de hinojos
Y raseos de pasión
Que van tiñendo de rojo
Capillos de Redención.
Divina Gracia bendita,
Madre de Dios hecho carne,
El día que falte a mi cita
Sé que sabréis perdonarme…
D. Manuel Jáñez Gallego, septiembre de 2015
- “Al Cristo de la Ventana”
En una calle empedrada
Y más larga de lo previsto,
El sol de cada mañana
Atraviesa una ventana
Para acariciar a Cristo.
Desde su cruz de madera
Tallada para acunarle
Con nanas de Redención,
Imparte su bendición
A quien se acerca a rezarle.
Allí duerme con paciencia
Entre rosas y reclamos,
Y de ése sueño despierta
Cuando crujen las horquetas
Cada Domingo de Ramos.
¡Sueña, Cristo carcelero,
Cristo de la Redención,
Que el raseo de tus braceros
Es toquilla de luceros
Cuando vas de procesión!
D. Manuel Jáñez Gallego, septiembre de 2015
- “Veinticinco años de Redención”
Veinticinco años hace
que les vió nacer León.
Templaron plazas y calles
al toque de redención,
de unas horquetas que tañen
incienso de devoción,
de capillos rojos sangre
de su Jesús Redentor.
De costumbres y respeto,
del buen hacer de un papón,
ese que reza a los cielos
y durante la procesión
nunca rompe el silencio
que le brindó a su Señor.
¡Silencio que sale a la calle,
que sale La Redención!
Dña Laura Cordero Carro, noviembre de 2015